DolarToday
/ May 7, 2015 @ 11:00 am
El
Gobierno ha logrado crear, a punta de presiones y dinero, su tan anhelada
hegemonía comunicacional. La censura se impone hoy en los medios tradicionales,
un cerco que se debe romper
Pues sí
señor: aquí estamos otra vez. No nos da la gana de desaparecer. Nos has vuelto
a demandar, pero nosotros estamos aquí. Nos acusas por dar tratamiento a una
noticia que, de cualquier manera, las redes sociales ya habían hecho de
conocimiento general.
Por
reproducir una información internacional en la que has resultado aludido. Que
perfectamente habrías podido aclarar, de haberlo deseado en realidad, en estas
mismas páginas… Pues sí señor, aquí estamos otra vez. No nos da la gana
desaparecer. Nos has vuelto a demandar, pero nosotros estamos aquí.
Nos
acusas por dar tratamiento a una noticia que, de cualquier manera, las redes
sociales ya habían hecho de conocimiento general. Por reproducir una
información internacional en la que has resultado aludido, que perfectamente
habrías podido aclarar, de haberlo deseado en realidad, en estas mismas
páginas.
Presentas
una querella contra nosotros por una noticia que no nos pertenece. Nosotros no
decimos que las cosas son verdad.
Eso es lo
que intentan ustedes. Aquí se practica la réplica, porque nosotros creemos en
la libertad de conciencia. Nosotros damos noticias y las analizamos. No es la
primera vez que nos pones en un tribunal. A lo mejor no será la última. En
realidad, te buscaste una excusa para demandarnos.
Lo
lamentamos profundamente. Podríamos estar empleando el tiempo en cosas menos
inútiles. Sobre todo tú, que estás en el poder. Venezuela no está nada bien,
Diosdado. No te escondas en la Misión Transporte. Venezuela es un desastre. Te
invitamos a que veas con serenidad el panorama completo.
Camina
sólo por las calles. Anda a hacer mercado. Anda a darle la cola a un amigo de
madrugada, sólo, luego de salir de una fiesta. Inflación exponencial, muertos
todos los días, colas con empujones, soldados en los automercados, ausencia de
tratamientos para el cáncer, secuestros, profesores con salarios de mendigo,
dos productos por persona. No es lo normal.
No es tan
difícil verlo. No es así como se debe vivir. Ustedes, los chavistas, han
administrado un volumen de recursos único en la historia del país. Podrían
tener la humildad de asumir aunque sea parte de su responsabilidad de esta
tragedia que te niegas a ver.
Ustedes
controlan los precios, los puertos, la rotación de las mercancías, las divisas
extranjeras, la
Asamblea Nacional y los demás poderes públicos. Controlan
PDVSA, las minas, el oro, entre otras muchas cosas. Las cosas en Venezuela
están como están, Diosdado, como consecuencia de una forma equivocada de
ejercer el poder. Equivocada y perversa.
Hay gente
que piensa que a ti nada de esto te importa, que tú te ríes de estos
argumentos, que es una ingenuidad planteártelos porque lo único que te interesa
es el poder. Nosotros no creemos eso. Estamos seguros de que en el fondo te
importa. No te creemos tan tonto.
Eres un
político, y sabes que si todo se hace mal, las cosas salen mal. La revolución
no está caminando y el país se volvió un infierno. Lo sabes. Todo el mundo lo
sabe.
Aunque
sea verdad que pocas veces, probablemente nunca, te hayamos oído hablar de otra
cosa que no sea conspiraciones en marcha, lealtad y unidades de batalla
endógena. Te gusta hacerte un poco el loco.
Deberías
ser un poco más humilde, Diosdado. Tú y todos tus compañeros. A este proyecto
lo está hundiendo la soberbia, la ceguera, la falta de integridad, la
improbidad, la impunidad, la religión convertida en política. Deberías dejar de
escudarte en denuncias y amenazas y bajar a debatir.
Venezuela
se hunde, Diosdado.
Acá nos
despedimos, cordialmente, esperando que no nos vayas a volver a demandar ahora
por tomarnos el atrevimiento de saludarte con este texto. Porque nosotros
seguimos aquí