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fundamentalmente lo espontaneo, sin cortapisa alguna , ni falsos formalismos, ni tapar, ni disfrazar la verdad

apartando la hipocresía, la simulación, los intereses creados. También lo que se venga en gana, con respeto
por supuesto, si cabe y es merecido....

viernes, 17 de agosto de 2012

La paranoia del Presidente saliente


Gráfica: musiguia.com

FRANCISCO RIVERO VALERA
 |  EL UNIVERSALviernes 17 de agosto de 2012  03:54 PM
La Paranoia es un trastorno psiquiátrico.

Y está incluida en los Trastornos de ideas delirantes. O sea, en los trastornos psicóticos que implican pérdida del contacto con la realidad. Clasificación internacional de psiquiatría.

Es un estado de desconfianza hacia los demás. Freud.

Es una persona que cree que tiene la razón, que está justificada en sus creencias y que cualquiera que se oponga a su punto de vista se está comportando mal con ella.  Kraepelin. Kahlbaum. Henderson. Gellispi. No tiene conciencia de su enfermedad ni acepta tratamiento. Y afecta al medio familiar, social y laboral.

La paranoia es recurrente con 2 tipos de delirio: de grandeza y de persecución. Con el de grandeza la persona cree que fue elegida para salvar al mundo. Y con el delirio de persecución se siente perseguida por fuerzas incontrolables.

La paranoia puede afectar a todo el mundo, dependiendo de las circunstancias.

En Venezuela, por ejemplo, las circunstancias de hoy tienen 14 años y permiten decir que muchos venezolanos son paranoicos por 2 causas: nuestro país funciona en forma piramidal, con vértice superior ocupado por el Presidente, y con base inferior ocupada por la población. Cualquier medida política o trastorno psiquiátrico que se origina arriba, se impulsa hacia abajo. Por ejemplo, si el Presidente fuese paranoico, la población sería paranoica, por proyección.

Y, la segunda causa de la Paranoia de los venezolanos es la actitud delirante del Presidente saliente.

No olvidar:

-Su delirio de grandeza. Salvador de América Latina y del mundo, destructor del sistema capitalista, creador de un nuevo orden económico y político mundial y dueño absoluto del país. De paso, ha dicho que en sus 14 años de gobierno, Venezuela ha logrado mayor desarrollo que en sus 200 años de historia. Y mensajes subliminales de estar unido a Simón Bolívar, al repetir la frase de Neruda sobre el despertar de Bolívar cada 100 años. Como reencarnado pues.

-Su delirio de persecución. Perseguido por el imperio, la oligarquía, la oposición venezolana, amenazas de guerra de los vecinos y otros. Además, sobreviviente a múltiples planes de magnicidio.

Y los venezolanos aguantan ese palo de agua todos los días reaccionando con una  paranoia diferente a la del Presidente saliente: la del Presidente es delirio de grandeza básico, la del pueblo venezolano es delirio de persecución.

En consecuencia, viven en un eterno toque de queda por temor a salir a la calle y ser víctima de la delincuencia, de actos de corrupción, de expropiaciones, de impunidad, de la lista Tascón, de la ambigüedad laboral y demás, origen de un régimen ineficiente y paranoico.

Pero, los venezolanos sobreviven con síntomas de paranoia. Esos síntomas son un intento de suplir carencias contra el perjuicio, el daño y la persecución, para no caer en la depresión: al aumentar las ideas de paranoia, baja la depresión.Escuelas Psicoanalíticas. Gayoso. El problema está en que la paranoia puede acortar la distancia a la locura o esquizofrenia.

Por lo tanto, y retomando la pirámide funcional del país con el Presidente en la punta, la evaluación psiquiátrica de todo aspirante a la presidencia es imprescindible, para no volver a meter la pata con la elección de candidatos en precaria salud mental.

Y, aunque por ahora el daño está hecho, faltaría ver si en las elecciones del 7 de octubre el pueblo venezolano pensante decide profundizar en la paranoia con el candidato a la reelección.

Veremos.

EL BLOG OPINA
                      
                              Una clara muestra de las consecuencias de no gozar los gobernantes de una aceptable  salud mental. Un enfermo del diagnóstico del que habla el artículo es absolutamente inconveniente y fatal para dirigir un país. La historia está llena de estos  casos. Claro ejemplo de ello fue Hitler y otros tantos que gobernaron antes y después de él. Lo interesante de la cuestión es que no solo afecta al universo político, sino a todo lo que supone mando o dirección de cualquier naturaleza.  No olvidemos los trágicos sucesos, (suicidio colectivo) ocurrido años atrás en Guyana, en una comunidad  pseudo-religiosa, creada y gobernada  por un líder demente.  Lo que queda en claro es que es un fenómeno social que trasciende hacia el colectivo.